Higiene Bucal

A veces veo cómo se hace un huequito a la siesta, sin molestar, “por mí no se hagan problema” dice. Me enferma un poco que tenga suela, hace ruido, me desconcentra.
Aprovecha el rato de la siesta en que todos están medio en otra, para ir al baño a darse una buena cepillada de dientes. Más que una cepillada, se ha convertido en un gran ritual de higiene bucal. Yo estoy a favor del buen aliento, pero, ¿se imaginan…? Aparte de los cuarenta y cinco minutos de comer en el escritorio, meterse después como media hora al baño.
Primero que el hilito, después la cepillada, después –o antes- el buche. Antes de salir del baño también se pone una cremita en las manos. Cuando vuelve, ya casi todos estamos trabajando duro de nuevo. Y el viene fresco. Sí, me da bronca.
Me enferma cuando lo veo salir del baño, haciendo ruido con su bastón, con ese andar de viejo coqueto; me enferma porque siempre en sus zapatos polvorientos se ven gotitas de meado.

Acerca de Carlos Sims
Otro actor que escribe.

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